1989. Hicimos un viaje a Sofía, yo tan sólo era una niña y no entendí hasta pasados los años lo que le ocurría a ese pueblo. Por las calles todo era oscuro, las casas muy sucias, y había gente vendiendo trozos de papel higiénico por un mísero dinero; sí, en vez del top manta, se vendían cachitos de celulosa. Nosotros, alojados en el hotel Senator de la capital búlgara, estábamos rodeados de todo el lujo occidental, luego cuando salíamos no había rastro de la capitalista coca-cola; cosa que una niña de diez años era incapaz de entender.
Asustada por lo que me rodeaba, le pregunté a mi madre por qué la gente vivía así estando tan cerca de España. Mi madre me miró, y simplemente atinaba a contestarme: esto es el comunismo, hija.(Memorias de una persona anónima)
Año 2008, el PSOE en su último Congreso:

Arriba los pobres del mundo,
de pie los esclavos sin pan
y gritemos todos unidos:
¡Viva la Internacional!
Removamos todas las trabas
que nos impiden nuestro bien,
cambiemos el mundo de base
hundiendo al imperio burgués
Cantando la Internacional y, por lo que se ve, sin ser conscientes de la letra que entonan. También, parece ser que no quieren ver lo que fue el comunismo, socialismo o cualquier idea marxista. Es una auténtica lástima, una niña de diez años fue capaz de ver lo que los políticos a sueldo añoran en cada congreso.